jueves, 19 de abril de 2007

LOS CEREBROS DE GOOGLE

El buscador más potente de Internet, Google, concentra una de las maquinarias humanas más brillantes del mundo. Y es que no es para menos cuando los “cerebritos” de Googleplex, el centro desde donde se gestiona el buscador más influyente de la red, se estrujan las ideas hasta sacarles el máximo rendimiento. El lema: “Ilusión. Sorpresa. Cambio. Indiferencia. Un plan B. más ilusión” no se queda corto para los más de 3000 ingenieros informáticos que están detrás del creciente éxito de la compañía.

Sólidos y eficientes en su trabajo, el secretismo profesional forma parte de la entramada estrategia de Google al fin de evitar pistas que supongan una ventaja para sus competidores.

Pero todo no queda ahí: la empresa, además de granjearse la confianza de millones de internautas no ha dejado vía libre a la polémica. Numerosas publicaciones en diversos diarios han suscitado quejas y duras críticas hacia el gigante: “Google sabe que corre el peligro de que el público deje de verla como el amigo que ayuda a buscar y entienda el riesgo de que exista una sola empresa que pretende poner orden toda la información mundial”

Cuestiones a parte, no puede decirse que todo sean desventajas ni mucho menos, dado la flexibilidad laboral de la que gozan sus empleados y el holgado estilo de vida que le ofrece la empresa: salas de ocio y gimnasio, una equilibrada y nutritiva alimentación, desplazamientos en patinete o bicicleta por las amplias estancias del centro… todo es poco para que sus “cerebritos” puedan soportar la dura presión que ejerce sobre ellos la innovación instantánea, la obstinación desenfrenada de su trabajo, la escasa (o prácticamente nula) vida personal, el descuido de necesidades vitales (tales como comer o dormir), la preocupación por continuar en la cumbre del éxito y una terrible obsesión por acceder a toda la información posible, entre otros. Así mismo, no será de extrañar que realmente estén considerados como personas un “tanto” especiales, y es que no es para menos.

No hay comentarios: