domingo, 22 de julio de 2007

VESTIGIOS

Invasión de mil soldados
que recorren atropellados
la lejana y distante
noche de mi alma.

Un camino insondable
guiado por el lucero
más brillante, pero oculto
tras una densa y profunda niebla.

¿Hablamos de un comienzo,
o de un triste final?
Nada... es inocuo,
mas no ante su propia presencia;
toma rearme.

Aún así, tal vez
los besos pronuncien dulces palabras
y la voz...
quiera hablar en silencio atronador,
perpleja ante su propia rebeldía.

Pero sé que triunfo
ante el deseo de escapar
y salir indemne
de mi propia batalla.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que extravagante jejeje está mu wapo nena

deberias de escribir más amenudo besos !!!

otiw